NO se puede culpar de nada en este partido a José Antonio Teixeira Vitienes. Aunque el choque entre el Athletic y el Granada fue trabado, y en muchas ocasiones por culpa de los jugadores del conjunto de Joaquín Caparrós, que tardaron más tiempo del indicado en poner el balón en juego. Esto es algo normal cuando se defiende el resultado. Lo único que debió hacer el colegiado cántabro es haber añadido más minutos al final del choque que los cuatro que concedió de tiempo extra. En la primera parte tuvo matices caseros en la señalización de las faltas. Tampoco se registraron jugadas conflictivas. Tras el paso por los vestuarios, los dos equipos reclamaron distintos penaltis. En ninguna de las dos áreas se dieron. En el minuto 75, en un salto de Aduriz con un defensa del Granada, el delantero rojiblanco cayó al césped. Fue un forcejeo legal. Ocho minutos después, Success se adentró en el área del Athletic con ganas de tirarse. Y así lo hizo cuando vio la pierna de San José. Se puede decir que el mayor de los hermanos Teixeira Vitienes estuvo ágil y contemporizador en varios momentos del partido. Su nivel no es muy alto, pero creo que acertó en sus decisiones.
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