Twitter está lleno de enlaces a repositorios que ofrecen libros gratis, en PDF o para leer en los libros electrónicos. La mayoría son manuales o folletines delgados y con poco lugar para la sorpresa. Otros son obras protegidas por derechos que no se tienen en cuenta ante la sencillez de lo gratis. Pero les invito a que reflexionen sobre el tipo de literatura que, a medio plazo, generan estos enlaces. ¿Quién va a escribir para hacernos disfrutar y sentir? ¿A cambio de qué? ¿Nos satisfacen esas ediciones piratas? ¿Y las legales?