Los jugadores de la selección de Camerún se pusieron rudos y se negaron ayer a tomar el avión que debía trasladarles hasta Brasil para disputar el Mundial argumentando un desacuerdo con su Federación en el asunto de las primas.
El conflicto venía de lejos. "Del país no queremos nada, pero hemos trabajado por ese dinero que ha ingresado la Federación (por la clasificación mundialista) y queremos saber qué nos corresponde", clamó Eto'o, que en Camerún es una especie de dios, cuando amenazaron con el boicot hace una semana. Los de la Federación, al parecer, se hicieron los suecos, y cada vez que Eto'o y sus muchachos preguntaban sobre el asunto siempre encontraban la misma respuesta: Hoy, no, vuelva usted mañana... "Mira que no entrenamos, que no jugamos el amistoso contra Alemania, que no vamos a Brasil..." y, efectivamente, la amenaza surtió su efecto. "La mitad será para los jugadores". Entrenaron, jugaron contra Alemania, pero con respecto a las primas, si te he visto ni me acuerdo.
Así que Eto'o y compañía se pusieron entonces muy bravos y dijeron: hasta aquí hemos llegado. Y, ¡bingo!, los hombres de la Federación no tuvieron otra que ceder, y los Leones Indomables se subieron rugientes de felicidad al avión rumbo al venturoso Mundial.
Qué cosas pasan en África. Con la Federación Española, en cambio, no hubo el más mínimo problema. A ver, ¿cuanto?, preguntó Ángel María Villar. ¿720.000 euros por cabeza está bien? ¿Firmamos ahora mismo? Así de estupendo respondió el presidente de la Caja Registradora-Real Federación Española de Fútbol (CR-RFEF), ¡klink!, no en vano si España gana el Mundial la susodicha CR-RFEF embolsará unos 30 millones de euros en premios, a lo que hay que sumar los aproximadamente 50 millones ¡Klink! que la RC-RFEF ha captado este año solo en publicidad y patrocinios a costa de unos jugadores prestados con el cuento de la selección española y la patria, y su elevadísimo caché, como corresponde a los actuales campeones del mundo, por cuyo título cada prenda ingresó 600.000 euros en el año 2010 para pasmo de la ciudadanía, que entonces como ahora estaba en plena depresión y con los dedos huéspedes.
Entre las numerosas críticas recibidas me quedo con la efectuada por el Foro de Curas de Madrid, que tacha de "inmoralidad y de escándalo" el acuerdo. Después de leer detenidamente su encendido alegato descubro pasmado que en ningún momento sacan el cepillo.
Preguntado un jugador de la selección española al respecto, responde: "El dinero de las primas es lo de menos, lo importante es la gloria deportiva...", ¡es lo de menos!, dice el muy..., o sea, que desde su atalaya de joven rico y famoso es incapaz de atisbar la miseria que le rodea. Es como para correrles a boinazos.
Pero no se crean que todo el mundo ha puesto el grito en el cielo. Hacienda, por ejemplo, está encantada con la perspectiva, pues ingresaría el 52% de la suculenta prima, unos 374.000 euros (sobre los 8'6 millones), eso sin contar con la correspondiente al marqués de Del Bosque y cuadrilla de técnicos. Porque todos ellos tributarán en el Estado español, ¿verdad?
Así que a la espera de que ruede el balón todo redunda en prosaicos y suculentos trasiegos económicos. Que si Diego Costa se va al Chelsea, lo mismo que Cesc Fàbregas, y por unos 33 millones según desveló el pánfilo Piqué; o Villa, que ficha por el New York City, la urbe donde precisamente Iker Muniain pasa unos días de vacaciones antes de regresar a Bilbao para comenzar a preparar la que será una apasionante temporada futbolística, con lo ilusionados que estamos con la Champions. Athletic y Muniain están a un océano de distancia, leo en este diario, y se me erizan los pelos temiéndome lo peor. A la espera de novedades, un ruego al mozo navarro: que sea legal con esa hinchada que le idolatra. Que no de largas. Y que diga cuanto antes cual es su verdad.