Sabor a miel
LA afición dejó San Mamés muy contenta, reconfortada con la sensación que deja haber jugado de tú a tú con el mejor equipo de los últimos tiempos y alucinada con el gol de Leo Messi, que ilustrará para siempre la esencia del que ha sido el último clásico disputado en el viejo estadio; y reconfortada con el empate conseguido por Ander Herrera en el último instante, cuando al hincha se le había quedado carita después de asistir a una exhibición de su equipo, que se dejó el corazón en el empeño, a ratos desplegó un fútbol sublime, casi siempre supo darle réplica a su insigne rival y al final parecía condenado a la derrota, caprichos del destino y de tener a Messi, que saltó al campo en el minuto 58 ungido con poderes de semidiós, y cambió el curso de los acontecimientos.
Los del Barça, que estaban abrumados, cambiaron el semblante al amparo de su héroe; y a los del Athletic les entró tal pánico que a duras penas pudieron sobreponerse. Hasta que Herrera enganchó el balón con la pierna de palo, la zurda, golpeó mal la pelota, y de la pifia se sacó un gol de bandera, el primero que logra en esta Liga, y en el minuto 89, transformando la hiel en miel, y con ese sabor a dulce abandonaron los parroquianos LaCatedral.
Cuando sacaron los del Barça desde el centro del campo tras el gol, se pudo ver a Messi con mal semblante, como echando la bronca a sus compañeros por tamaño descuido, diciendo: para esto si lo sé ni vengo, y me quedo tan ricamente en Castelldefels con mi Thiago y mi Antonella del alma guardando sensata vigilia para lo del Bayern.
Porque, ya le vale a Tito Vilanova, con la Liga en el zurrón y la zurra de Múnich, no se le ocurre otra cosa que presentarse en San Mamés con todas sus luminarias balompédicas, aunque a lo mejor lo hizo por respeto al acontecimiento, o sea, que de ninguna manera se podía ir a una cita histórica sin decoro y galanura.
Me da la impresión de que el empate, y sobre todo las formas, pueden servirle al Athletic de placebo para terminar la temporada sin estridencias e incluso con cierta mirada esperanzadora, a no ser que en los cinco partidos que restan para la conclusión vuelvan a las andadas.
A buenas horas, mangas verdes.
Así que el Barça vino a Bilbao en plan gallardo, dispuesto a sellar el título de Liga y meterse un chute de energía positiva antes de invocar un milagro frente al Bayern y regresó con un fastidio considerable, pues se encontraron con un equipo orgulloso y altanero, dispuesto a recobrar su buen nombre futbolístico.
A modo de consuelo, el mundo pudo ver la mejor versión de Messi, esa que provoca pánico y hechiza, y encima mete goles como catedrales.
Pero, ¿será suficiente para intimidar al bigardo equipo alemán parapetado tras cuatro enormes goles?
En Can Barça se impone el seny, pero por si acaso suena la flauta (ese fútbol caprichoso y burlón) tienen previsto engalanar el Camp Nou mediante un impresionante mosaico de 90.000 cartulinas configurando los colores azulgrana, la senyera y el lema Barça, Orgull, Barça, como ya se hizo en el partido liguero frente al Real Madrid (2-2) y en la eliminatoria de octavos de final ante el Milan (4-0), donde sí hubo épica.
En el Real Madrid, en cambio, sus seguidores se están poniendo cachondos conforme se acerca el encuentro de vuelta ante el Borussia Dortmund. El club ha elaborado un vídeo en donde sus jugadores miran fijamente y en tono solemne dicen: "nuestra fuerza eres tú". Se apela al espíritu de Juanito y se entrevista a protagonistas de memorables remontadas, como Santillana, que da consejos en plan yihadista: "hay que pelear cada balón como si fuera lo último que hicieras en la vida".
En contraste con esta recreación bélica, ha salido a la palestra tipos singulares, como Mario Balotelli, delantero del Milan, quien afirma a través de twiter: "Si el Real Madrid remonta al Dortmund y se clasifica para la final de la Champions, dejaré que mi novia duerma con todos los jugadores".
Cristiano Ronaldo, en cambio, no está para bromas. Sucede que los tabloides sensacionalistas han aprovechado la gran repercusión mediática que desata la Liga de Campeones para meter el cazo. El Bild alemán sacó la víspera del Borussia-Real Madrid que Götze, la estrella del equipo renano, se fugaba al Bayern; y ahora es The Sun quien cuenta con pelos y señales el supuesto rollete que el crack portugués mantuvo con una exuberante brasileña en vísperas de la tunda que el Madrid recibió en Dortmund. Cristiano lo desmiente y afirma indignado: "Me pregunto por qué todo esto pasa antes de un partido muy importante para mi equipo". Es la envidia, amigo, que causa estragos (o pudiera ser...).