la actividad de un día cualquiera se divide en secuencias separadas por los actos de comer: desayuno, hamaiketako, comida, merienda y cena, que responden a satisfacciones y rituales distintos, según edad, cultura y circunstancias. El hamaiketako, no necesariamente a las once, interrumpe la jornada laboral para darnos un respiro de café y pintxo -o bocata para niños y currantes-, para continuar hasta la tregua del almuerzo. A esas horas la tele vive su peor racha de audiencia, con menos de 200.000 espectadores en Euskadi que tienen que elegir entre lo malo y lo peor. Poco les ofrecía la televisión pública vasca, más allá de repeticiones y viejas series. Por fin, ha decidido tomarse en serio este tramo y estrenar ETB hoy, un programa contenedor que reúne bajo una misma marca alternativas hasta ahora dispersas: tres contenidos (entrevistas, reportajes y debate de actualidad), con tres mujeres (Vanessa Sánchez, Olaia Urtiaga y Adela González) durante tres horas (de 11.15 a 14.15); es decir, un tres en uno para lubricar la floja parrilla de ETB-2 entre el hamaiketako y las comilonas de David de Jorge.
Tan unificador es el nuevo producto que ha rescatado dos programas ya desaparecidos, las tertulias periodísticas de la mañana y la entrevista cultural de Forum, único vestigio intelectual en ETB-2, moderada en sus inicios por David Barbero y finalmente por Begoña Zubieta. La idea permite una composición más compacta de la oferta informativa y, por supuesto, resulta más económica. Las tertulias cuestan muy poco: basta un pequeño plató, una mesa grande y pulida, un par de cámaras, algo de luz y cuatro opinantes bajo una autoridad moderadora; y dejarles hablar y hablar con cierto orden sobre asuntos de actualidad.
La inflación de tertulias acompañando el desayuno, el hamaiketako, la comida, la merienda y la cena no se entiende porque el país esté hambriento de argumentos, sino por razón de la crisis. También es un síntoma revelador de nuestros desvaríos: con tanta palabrería no queda territorio para el pensamiento y la acción.