Anda dubitativo San Mamés, atribulado por una serie de dudas. Las novedades y los cambios siempre traen consigo ese desasosiego que significa enfrentarse a lo desconocido. Los viejos tiempos han cambiado. Ya no vale aquel axioma que insinuaba que los jugadores del Athletic no tendrían cabida, ni cobrarían los mismos sueldos millonarios, en casi ningún equipo, no ya de Europa, sino de la propia Liga española. La gran temporada protagonizada la pasada campaña por el equipo que dirige Marcelo Bielsa convirtió a varios jugadores rojiblancos en objeto de deseo de importantes clubes europeos. Pero el Athletic, lo ha dicho por activa y por pasiva su presidente, no es un club vendedor ni pretende serlo. Así que el deseo del Bayern Múnich por hacerse con los servicios de Javi Martínez chocan con los cuarenta millones de euros de la cláusula de rescisión que el navarro aceptó cuando firmó su contrato en Ibaigane. Mientras tanto, Fernando Llorente también asiste inmutable al paso del tiempo. Su caso es diferente. Fue el delantero internacional el que dio largas a las directivas rojiblancas -hay que recordar que la ampliación de su contrato, que concluye el 30 de junio de 2013, comenzó a negociarla Fernando García Macua- hasta este mismo mes de agosto, cuando comunicó a Josu Urrutia su decisión de no renovar. Esperaba el navarro que el club decidiese hacer caja y negociar su salida por alguna oferta que satisficiera parte de los 36 millones que le permitirían abandonar Bilbao. Le salió el tiro por la culata y barrunta que su futuro no será de color rosa.
Transcurridos los primeros encuentros oficiales del curso, la afición ha comprobado que Bielsa tiene muy claro en qué situación se encuentran los dos campeones del mundo. El técnico sólo ha utilizado al delantero en los segundos tiempos de la eliminatoria que enfrentó al Athletic con el Slaven croata. Y cuando jugó en San Mamés, Llorente tuvo que escuchar los cánticos recriminatorios que le dedicaron parte de los aficionados. Javi Martínez, que se incorporó más tarde a la disciplina del argentino tras haber jugado la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, ni siquiera ha estrenado su nueva camiseta rojiblanca. Y, lo más curioso, ninguno de los dos ha acudido a San Mamés para seguir en directo las evoluciones de sus compañeros en el doloroso estreno liguero ante el Betis ni en la gozosa goleada frente al HJK Helsinki en la Liga Europa.
Y es aquí, a cuatro días vista del cierre del mercado europeo de fichajes, cuando surge la pregunta que planea sobre San Mamés, imponiendo la sombra de una duda para la que existen todo tipo de respuestas: ¿Qué pasará con Javi Martínez y Fernando Llorente a partir del próximo sábado si, finalmente, ningún club afronta el pago de sus cláusulas de rescisión y deben seguir, al menos hasta el próximo 31 de diciembre, bajo la disciplina rojiblanca?
El presidente Josu Urrutia lo dejó claro cuando desveló oficialmente el deseo de Llorente de no renovar su contrato. "Que juegue o no será decisión del entrenador. El club no pondrá ninguna traba ni marcará ninguna directriz en ese aspecto", vino a decir el máximo representante de la institución rojiblanca. Bielsa apeló al estado anímico de los jugadores para no incluirlos en las últimas convocatorias. Aduce el entrenador de Rosario, y no le falta razón, que para afrontar un partido es tan importante el aspecto físico como el estado mental. Y piensa el responsable técnico que ni Llorente ni Javi Martínez tienen ahora la cabeza centrada en los intereses rojiblancos.
Si ningún club pasa por caja para hacerse con sus servicios, el próximo sábado los dos internacionales rojiblancos deberán cambiar su chip. Y es posible que no lo puedan hacer en 24 horas. Deberán olvidar los cantos de sirena que adularon sus oídos durante días y deberán centrar sus esfuerzos, físicos y mentales, en reintegrarse a la disciplina del equipo que les ha encumbrado y les ha convertido en millonarios. Y a partir de ese momento será Bielsa el que tenga que decidir si alinearles o no.
Claro que en ese momento volverá a surgir el debate: ¿Un jugador que ha expresado su deseo de salir del Athletic puede, de la noche al día, pasar de la grada a la titularidad? La situación no es nueva. Ya ocurrió cuando Isma Urzaiz no aceptó la propuesta que le realizó Javier Uria, buscó sin éxito un nuevo destino y tuvo que volver, con las orejas gachas, a Ibaigane y prolongar su relación con el Athletic.
Y la respuesta de los que piensen que tanto Llorente como Javi Martínez tienen derecho a jugar también llegará en forma de pregunta: ¿Puede el Athletic prescindir de dos de sus activos más importantes, por el hecho de que ambos han expresado su deseo de abandonar el club?
La cuestión está en el aire. La respuesta, si ninguna de las dos salidas fructifica, la tiene el tiempo.