Cuando Cristiano Ronaldo anotó su primer gol a Holanda se acercó a la cámara de televisión, se metió un dedo gordo en la boca, gesto tan en boga entre la grey futbolística, y exclamó: "Para meu filho". ¡Ya está!, me dije: Como Leo Messi acaba de anunciar en Cancún, donde ayer disputó otro partido benéfico, que espera un varón esa noticia también le ha puesto de los nervios. Es decir, que conocida la Messifobia abrupta que padece el portugués se la ha cruzado la pinza al marcar por fin un gol en la Eurocopa.

No puede ser tan delirante, pensé luego. Y efectivamente. Buscando, resulta que Cristiano Ronaldo, que así se llama también la criatura, cumplía dos años precisamente ayer, y ahí está, y no su Messifobia, el motivo de la expresiva dedicatoria. O sea, que el hombre se pone tierno con su Cristianín, y encima le buscamos tres pies al gato.

Pero, ¿por qué se le buscan tres pies al gato a un tipo como Cristiano Ronaldo? ¿No será porque amenaza con mandar una cohorte de abogados a todo aquel que tenga la osadía de entrometerse en la vida de Ronaldín y es precisamente el susodicho y receloso personaje quien nos pone el asunto en vereda?

Al parecer, el peso que Cristiano Ronaldo senior se ha quitado de encima fue tan grande que llevado por el júbilo rompió su propio protocolo de confidencialidad absoluta, recordado de paso al mundo que tiene un hijo engendrado hace dos años en un vientre de alquiler a cambio de 12 millones de euros; que Dolores, la madre del futbolista, junto a sus dos hermanas, Elma y Lillian, crían, custodian y amamantan al bebé en un caserón portugués, mientras él convive y se solaza en Madrid con Irina Shayk, una maciza modelo rusa; o que hace un mes Cristiano Ronaldo senior fue pillado por el Daily Mail conduciendo un Lamborghini Aventador, bicho que se pone a 370 kilómetros por hora, con Cristiano Ronaldo junior en su regazo, lo cual supone, de ser correctas las imágenes publicadas, una gravísima transgresión del código de circulación.

Cristiano ofreció ayer pasto informativo a las revistas del corazón y más allá, y sobre todo a los medios deportivos, ya era hora, que reconocieron a la bestia parda que encierra el astro luso cuando se pone, y ayer desplegó todas esencias de genio para aplastar definitivamente a Holanda anotando dos goles, estampando el balón contra el palo en otras dos ocasiones y dispensando magistrales asistencias a Coentrao y Nani.

El subcampeón del mundo deja la Eurocopa por el sumidero, con cero puntos, principalmente víctima del ambiente viciado que ha gangrenado a una plantilla sobrecargada de egos, y porque el día en el que debían reaccionar para reivindicar su alcurnia resulta que Cristiano Ronaldo junior cumple dos años y Cristiano Ronaldo senior decide felicitarle a lo grande, con una estampa de recuerdo imborrable.

Pero si los jugadores de Holanda actuaron como pardillos no te digo nada su afición, que a fuer de educada no tuvo la ocurrencia de gritar: ¡Messi!, palabra hechicera capaz de conturbar de súbito a Cristiano Ronaldo senior, pues entonces se le cruza por la sesera el Balón de Oro, le entra una ansiedad de caballo y la obsesión le obnubila, como sucedió ante Dinamarca o Alemania, contra quienes no dio una a derechas y luego no se le ocurrió decir otra cosa a modo de justificación: "¿Saben dónde estaba Messi en esta altura? ¿Lo saben? Estaba siendo eliminado de la Copa América en su país", el pobre de Leo, enredado en sus festivales benéficos como está, y babeando: voy a ser papá, y va a ser un varón...

Gritar "¡Messi!" se ha convertido en parte de la liturgia cachonda que tiene el fútbol, sobre todo desde que se sabe que le sacan de quicio a Cristiano Ronaldo senior, ese chico que llegó a justificar los silbidos contra él "porque soy guapo, rico, gran jugador y me tienen envidia", y no por sus cortes de mangas y poses altaneras con el pendenciero propósito de humillar al vencido.

Eliminado el subcampeón del mundo, hoy le toca el turno al campeón, que se las verá con Croacia y ya les vale también a estos divos, que han acordado rebajar la prima si ganan la Eurocopa a solo 300.000 euros por barba, para que la Federación invierta en mejorar las excelentes instalaciones que tiene en Las Rozas. ¿En poner más jacuzzis? Se me ocurren cien mil ideas solidarias, perentorias, de vida o muerte, para emplear el descuento o la prima entera. Serán gilipollas.