Este fin de semana se desarrolla en varios escenarios vizcainos la novena edición del festival internacional ACT de jóvenes creadores teatrales. En total, se ofrecen 11 piezas ideadas, dirigidas e interpretas por más de cincuenta nuevos valores de las artes escénicas procedentes de diversos países. Estos espectáculos han pasado un complicado proceso de selección, debido al aumento de las solicitudes, tanto en calidad como en cantidad. Las mujeres han logrado colocar un buen número de espectáculos, demostrando que van en cabeza de la innovación. Para el espectador es una impagable oportunidad de conocer las últimas tendencias. Es, además, un festival competitivo. Hay premios y, consiguientemente, un jurado oficial. Los participantes y los organizadores han tenido que realizar un esfuerzo extra para superar las dificultades añadidas por los recortes en las ya cortas ayudas existentes.

En el Pabellón 6 de Bilbao (Zorro-tzaurre), la compañía Behibi's teatro presenta la obra No es fácil. Recoge las reflexiones y dudas de la artista multidisciplinar y polifacética Patricia Franco sobre el hecho de ser mujer: la soledad, la vida en pareja, los problemas cotidianos,... El espectáculo está escrito y dirigido por Espe López.

En el Teatro Arriola de Elorrio la compañía Dejabu propone el espectáculo con música en directo Gure bide galduak. Está ambientado en los primeros años tras la muerte de Franco. Cuenta la historia de una chica de caserío que busca nuevos aires en la ciudad. Trata de sueños y de utopías, de esperanzas y desilusiones.

El actor Sardo Irisarri representa en Durango Un loco de desatar. Hay un solo actor, pero no es un monólogo. Intervienen diversos personajes. Es una reflexión, sin tapujos ni eufemismos, sobre la enfermedad mental y sobre los prejuicios que la rodean.

Los más pequeños van a poder disfrutar del último título incluido dentro del ciclo de Ópera Txiki: Toyshop, el mundo mágico de los muñecos, de Seymour Barab, dirigida por Pablo Ramos. Cuenta la historia de un constructor de títeres que lucha por no perder a sus muñecos preferidos. Hay también un personaje malo, Aldo Fisco, que desea arrebatárselos. Todo el espectáculo está rodeado de magia, fantasía e imaginación.

La semana pasada recomendábamos prestar atención, en La Fundición, al espectáculo Fingir, de la compañía catalana Colectivo 96º, integrada por Lidia González Zoilo y David Franch. Indicábamos que el título aludía a una reflexión sobre la ficción, sobre la apariencia, sobre la propia identidad. Durante estos días los responsables de la compañía han realizado en Bilbao un taller con actores vascos con el nombre de Original y copia, donde han hecho un trasvase de los conceptos estéticos de esta obra a otro espectáculo. El resultado de este experimento escénico es lo que se puede ver ahora.

Estos días está recorriendo diversas localidades vizcainas la obra Las presidentas, de la compañía Nexo teatro. Se desdoblan para ofrecer las versiones en euskera y en castellano. Esta obra de Werner Schwab es una crítica muy severa de la trayectoria histórica del último siglo en Europa. Además, marca tres tipos de mujer especialmente representativos.