La jota de la JMJ
qUIEN no haya estado en Madrid para los fastos del Papa lo habrá podido ver con los ojos de la tele, esa mirada prestada y reducida con que percibimos engañosamente el mundo. Desde el hastío vacacional casi todo pierde importancia, pues convenimos en que el verano nos libera de prestar atención a otra cosa que no sea la dolce far niente. Desconectamos hasta de la tele, que baja a la mitad sus horas de consumo. En este contexto de ociosidad, la JMJ ha elegido las fechas menos propicias para exhibirse, lo que no ha impedido a algunas cadenas volcarse con la fiesta católica de los jóvenes, especialmente 13TV, por ser la emisora episcopal, e Intereconomía, por proximidad dogmática. TVE y Cuatro también han acudido al evento, pero sin llegar a ser, como los canales doctrinales, más papistas que el Papa.
Es difícil que la tele pueda proyectar las emociones de un acontecimiento grandioso como la JMJ, como es imposible que la magia de los fuegos artificiales nos cautive a través de la pantalla. Para compensar el escaso atractivo de las imágenes del gentío se necesita acompañarlas de mensajes adecuados y expertos comentaristas. Y como ninguno, a excepción de Paloma Gómez Borrero, tenía criterio catódico y romano, las retransmisiones han sido tediosas. Las de Intereconomía y 13TV han resultado penosas por la obstinación de sus fanáticos locutores en remarcar, maniqueamente, la diferencia entre los jóvenes católicos y sus oponentes laicistas, comparándola con la eterna lucha del bien contra el mal y del cielo contra el infierno. Este afán de superioridad moral, la fascistada del Cristo de la Legión y la exhibición de solemnidad han deslucido el éxito de una Iglesia de rostro joven en un patriarca octogenario.
"Juventud, divino tesoro", escribiría de nuevo Rubén Darío al contemplar la panorámica de más de un millón de jóvenes entregados a Dios, con cuerpo de jota evangélica y a contracorriente, los nuevos rebeldes. Pero hoy es lunes y hemos vuelto a la realidad: las iglesias siguen vacías y las playas, llenas.