Aunque ya hayan pasado unos cuantos días desde que La Vuelta terminara, todavía puede ser un tema que está de actualidad, ya que las protestas se suceden en muchos lugares y en diferentes ámbitos.

Lo que ha pasado este año con La Vuelta ha ocupado páginas de periódicos, tiempos de radio y televisión, e incluso ha sido tema de conversación entre amigos y conocidos en muchos pueblos y ciudades de todo el Estado.

 Y creo que está muy bien. El tema ha sido importante y ha suscitado opiniones a favor y en contra sobre lo que se ha hecho, sobre cómo se ha hecho... Pero ojo, porque creo que no nos podemos olvidar del porqué se ha hecho. Y esa es la gran cuestión. Las protestas que se han sucedido y siguen sucediéndose son por el genocidio que el Gobierno israelí está cometiendo en la Franja de Gaza. 

Y esto no tendría que ser motivo de discusión, ni de interpretación partidista, pues Naciones Unidas ya ha denunciado a las autoridades israelíes y a sus fuerzas de seguridad, por estar cometiendo un genocidio contra los palestinos, contra Palestina.

Pero a pesar de este pronunciamiento de Naciones Unidas, lo que ha pasado este año en La Vuelta ha sido motivo de discusión a nivel de responsables políticos que no han sabido, podido o querido, dejar pasar la ocasión de aprovecharlo para hacer campaña política y para atacar al adversario.

Genocidio en Gaza

Pero sería bueno que, dejando a un lado a esos “aprovechateguis” de la política, la ciudadanía no olvidemos las razones de lo que ha pasado con la Vuelta, y sigamos denunciando el genocidio en Gaza, apoyando todas las iniciativas que puedan servir para poner fin al mismo. 

Porque, a nivel personal, siempre, aquí y ahora, se puede hacer algo. De los “aprovechateguis”, y de sus manipulaciones, ya nos acordaremos cuando lleguen las elecciones, porque hay que tenerlo en cuenta. A ver si ahora, por fin, termina ese sufrimiento.