Se nos dice desde el Gobierno que tardarán en contarnos qué es lo que verdaderamente ocurrió. Podemos aportar nuestras propias conclusiones con fin de ayudar al ejecutivo en el esclarecimiento de semejante esperpento. Particularmente, después de darle vueltas y vueltas, he llegado a varias conjeturas. Como primer sospechoso me decanto por el demonio. Tengan ustedes en cuenta que ayer comenzó el cónclave para elegir el nuevo Papa. El diablo presentará como candidato al antiguo obispo de Belorado y como Camarlengo al cura coctelero. Mi segundo sospechoso, Francisco Franco. Todos conocimos su aversión contra aquellas hordas social-comunistas pagadas con el oro de Moscú pero nos avisan de que, a pesar de su buen comportamiento, no obtendrá el tercer grado purgatorio hasta 2028. No ha podido ser. Terceros sospechosos: los hermanos Zipi y Zape. El otro día oí en la pescadería decir a una señora que a uno de ellos se le vio introduciendo un clavo en el enchufe de la escuela. ¡Ojo con esto! Ambos tienen bastantes boletos. Y, en cuarta posición, los ladrones de cobre: únicamente les falta el Palacio de la Zarzuela. Cuidadín. ¿Ellos? De lo que no cabe duda alguna es que las chirigotas gaditanas tendrán temazo para el año que viene. ¡Madre mía, qué país este! Aupa Athletic!
