Estaría bien que las direcciones de los centros escolares explicaran con claridad a su alumnado qué es y para qué sirve PISA. Deben involucrarse para conseguir la máxima colaboración y el esfuerzo para realizar bien las pruebas. Esto no resulta fácil, porque muchas veces se ve como un esfuerzo sin recompensa inmediata. Quiera la autoridad competente que no haya que darles una chocolatina a los adolescentes para que se esmeren en las contestaciones, aunque no lo descarto. Desde luego es fundamental que nadie escurra el bulto y todos los matriculados de esa edad pasen por el aro. Serrat canta “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. No sirve para las pruebas PISA, ya que son precisamente para poner remedio.

Mucha suerte y buenos resultados. El esfuerzo del profesorado y las familias por mejorar la educación y la enseñanza de todas las personas revierte a medio y largo plazo en claro beneficio para el alumnado.