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Horario austral

No me había dado cuenta hasta ayer, que hablé con mi hermana para saludarla, después de un viaje a la India. Me explicó cómo había sido el viaje, sucintamente. Una cosa me llamó la atención y es que, al que quería lo levantaban de la cama a las cuatro de la mañana a ver amanecer y hacer todos esos ritos budistas. Me di cuenta de que sin hacer ritos de ninguna clase, hace años que, algunos días, me despierto a las 4 de la mañana gozoso. De esa forma parto el día ordinario en dos y me funciona. Reflexionando, he llegado a la conclusión de que mi naturaleza, la naturaleza en general, esta hecha a ritmo de lunas y seres celestiales y que no necesita relojes para estar bien, si te comportas como ella. “Luna, luna, luna, en tiempo de la aceituna… Luna, luna, luna”.

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