El mundo tal y como lo concebíamos desaparece. Si es que ya no puede uno ni echarse la siesta después de comer con la querida. Ni hacer al amor nos van a dejar ya... Que sí, que en Valencia llovía, pero en otro sitio luciría el sol. Vamos, digo yo. Como Mazón siga adelantando la hora en la que apareció, al final va a resultar que no ha llegado todavía. Este tipo de políticos que se aferran así al cargo es porque saben perfectamente que fuera de la política no podrían ni soñar con un salario decente, no digamos ya equivalente.