Cada vez se hace más patente que Netanyahu ya conocía el plan de Hamás para cometer los salvajes asesinatos de 1.200 inocentes jóvenes israelíes el 7 de octubre del pasado año, y lo dejó hacer.

Ahora sabemos el motivo: dejar que les matasen para seguidamente vengarles arrasando completamente los 40 kilómetros de costa e interior de Gaza, liquidando a otros 49.000 indefensos palestinos para hacerse con un territorio donde construir maravillosos y grandes resorts sobre tierra expoliada y regada con sangre. Todo bien pensado y organizado. Con su naranja primo apoyándole, Israel terminará expulsando a dos millones de palestinos y quedándose con sus tierras. ¡Y dicen que es un país democrático! Qué pronto han olvidado lo que les hicieron a ellos. Ley del Talión.

Ni yo por edad, ni mis dos siguientes generaciones, gastaremos un solo euro en esos resorts. Lo prometemos.