No son simples juegos para pasar el tiempo: los pasatiempos desempeñan una función preventiva al colaborar en retrasar el deterioro cognitivo. Según la Sociedad Española de Neurología, en España se diagnostican 40.000 nuevos casos de alzhéimer cada año, alcanzando una cifra total de 800.000 personas afectadas en la actualidad.

Un reciente estudio de la Corporación Rand, realizado en California durante 30 años y con más de 20.000 pacientes mayores, sugiere que solo tres factores principales influyen en el desarrollo de la demencia: la ausencia de hobbies o pasatiempos, la obesidad y el sedentarismo.

En una sociedad donde la esperanza de vida se prolonga, la calidad con la que vivimos esos años adicionales es determinante. La vida laboral es indispensable para garantizar recursos económicos que nos permitan sobrevivir, pero, una vez cumplidas las obligaciones del trabajo, saber cómo ocupar el tiempo libre es clave para prevenir el deterioro cognitivo y evitar enfermedades relacionadas con la demencia. No es casualidad que el 90% de los casos de alzhéimer ocurran en personas mayores de 65 años.

Nuestra formación y nuestro entorno nos enseñan a trabajar, pero no siempre nos preparan para disfrutar del tiempo libre. Aprender a ocupar ese tiempo de manera activa y gratificante es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida, especialmente después de una larga etapa laboral. Desarrollar pasatiempos no solo es una fuente de disfrute, sino también un acto de cuidado hacia uno mismo y un paso hacia una vejez más plena y saludable.