“Estos tienen más peligro que un cirujano con hipo”, me comenta mi amigo andaluz con su gracejo habitual. No se refiere a los Trump, Netanyahu, Putin o Milei, porque no habla otro idioma que el castellano y no entiende de geopolítica, sino a los nacionales Abascal, Ayuso, Ábalos, Tellado, Puigdemont y a algunos más, a los que ve en televisión.
Trabaja de sol a sol de camarero para sacar adelante una familia con dos hijos y solo pide que los políticos le permitan una vida sin más angustias que las normales. Un trabajo estable, estudios para sus hijos, un pisito para los cuatro y tomarse unas cervezas los fines de semana que libra. ¿Tan difícil es esto para los que habitamos este planeta?, reflexiona. Que seamos gobernados por gente sensata y formada, y en paz, no pide más.
Y declara su respeto y admiración por todos los cirujanos, quienes tienen derecho a padecer hipo, que estos no tienen la culpa de nada, concluye. Un tipo alegre mi amigo.