Descarbonizar
Dice el consejero de Industria, Mikel Jauregi, que en la CAV hay que construir 70 molinos eólicos para “descarbonizar” el medio ambiente. Este es el quid de la cuestión: acabar con la emisión a la atmósfera de CO2 (dióxido de carbono, o anhídrido carbónico). Pero no se va a acabar, ni muchísimo menos, la emisión de CO2. Pues, nos encontramos, y hablo solo de Bizkaia, que las calefacciones, viviendas, vehículos y fábricas, emiten en conjunto mucho CO2. Están aquí las térmicas de gas, productoras de electricidad, que no se van a desmantelar: Zierbana-Superpuerto, Boroa-Amorebieta, que tanta oposición suscitó su construcción, y Santurce. La refinería Petronor, que emitió en 2019, 2.144.901 toneladas de CO2, la 5ª instalación industrial en el Estado que más CO2 emitió a la atmósfera; las cementeras Cementos Rezola en Arrigorriaga y Cementos Lemona, esta última expelió en 2021, 432.442 toneladas de CO2. Está, además, la papelera Smurfit Kappa en Arriandi-Iurreta, que expele asimismo mucho CO2. Y otras fábricas... ¿Para qué afear destruir, por lo tanto, el paisaje natural de nuestros montes y de la costa -frente a Armintza y Gorliz- con gigantescos y antiestéticos aerogeneradores eólicos. Y el proyecto de Solaria, de energía fotovoltaica, que obliga a construir 50 torretas de 90 metros en los montes de Bizkaia.