Es una vergüenza los atropellos que sufrimos los consumidores por parte de las empresas de telefonía, máxime cuando, en mi caso telefónicamente, actúan con engaños, al hacerte creer que es tu compañía la que llama anunciándote un necesario cambio de codificador y rúter y cuando te das cuenta ya estás en otra compañía que no quieres, y si deseas volver a ella al percatarte del engaño sufrido, te dicen que vale, que se puede cancelar el contrato nuevo y volver a la que tenías, la anterior, pero no la permanencia que es de doce meses y no es cancelable. Pero entonces ello requiere cambiar la numeración telefónica, tenerte un mes incomunicado totalmente, algo sorprendente e inexplicable ( TV, teléfonos, ordenador) y pagar 750 euros por las cancelaciones y todo con el visto bueno del Ministerio de Comunicaciones que es quien cobra ese importe. Vamos un sin sentido. ¿En manos de quienes estamos y además indefensos?
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