Tengo costumbre de cantar cada una de las estaciones del año. Porque me gusta. Y el otoño es la que más me impresiona. No sé qué tiene que me puede. Es cuando más se envidia a los pájaros, ardillas, gatos y culebras, porque caminan por entre las hojas, los colores, el viento cálido como dentro de un cuadro sublime de colores y sensaciones. Solo les falta hablar nuestro idioma para saber cómo se pasa dentro de un cuadro de Vincent Van Gohg o cualquier poeta loco, músico iluminado o enamorado atontado. Conocer el misterio de la belleza que nos azota en otoño. Lo dejo a la elección de cada uno con su otoño personal. A ser posible que sea como la vid y el fuego.
