Cartas a la directora
Paz y amor
La codicia, como savia que nutre algunas mentes, brota desde la raíz del árbol del mal de todos los males. Si fuésemos ambiciosos en discernir con lucidez y neutralidad, para impulsar con coherencia la resolución final de esa reflexión, antepondríamos ser justos desde la equidad en el reparto de la riqueza universal y la igualdad de oportunidades... a ser buenos y democráticos. Siendo el respeto el escalón que precede al amor, este nos queda muy lejos, incluso de comprensión, y en su búsqueda loca, nos olvidamos de aquel. Corregir la injusticia que supone el que en primera fila del bufé libre de la mesa planetaria siempre se impone la misma gente... haría nacer la paz.