Síguenos en redes sociales:

Cartas a la directora

Gaza

GazaEFE

Si digo alguna barbaridad, intentad perdonarme, porque estoy en tal grado de excitación, de cabreo, que es muy difícil ser cabal. Gaza es una cárcel al aire libre. Delito: ser palestino y querer vivir libre, estudiar, amar, como lo hacen todos los hombres y mujeres del mundo. El carcelero: Israel, el sionismo, esa versión cruel de los judíos. Una vez más, han reventado, porque los seres humanos tenemos un límite, ha reventado en la peor de las versiones del odio: matar indiscriminadamente. El ejecutor Hamás. El fruto del odio, de la desesperanza, del ahogo. ¿Por qué esa locura? Hamás ha sido fruto de una estrategia criminal del sionismo. Han querido dividir desde la raíz a los palestinos y alentar esa versión islamista para romper la unidad palestina. Y este es el resultado: cuando alimentas a la bestia, crece, te traga y te mata. Pobres chavales, de uno y de otro bando. Habéis nacido en tierra donde nadie se preocupa de vosotros, de vuestro futuro, sobre todo de los palestinos, que los judíos tienen padrinos muy ricos: EE.UU., Europa (vergüenza). Pero tarde o temprano tendrán que dejar de serlo, porque el mundo entero se echará encima y yo lo intentaré con todas mis fuerzas, contactos y letras. Israel, me gustaría ser judío para gritarte a la cara: ¡Basta ya! Silencio, el dolor mata. Ahora la quieren dividir en dos, para rematarla.