Le propongo esta castellanización de su nombre, no sea menos que Loyola de Palacio, el fanatismo lingüístico de estas tierras debe ser combatido. Su obstinada, contumaz y mediocre argumentación de atacar una lengua enmascarando algo personal ante un público ignorante, no es jugar limpio. Me llamo Berdaitz y no Eneko, porque el año 1972 no era 2023. Mis bisabuelos paternos por parte de amama asimilaron el castellano ya maduritos y los maternos murieron sin esa bendición. Puede confirmar que esto es así con mi tío, Jon Juaristi. Si tanto le corroe distinguir entre lo propio y lo ajeno, dedíquese también a arremeter contra el colegio inglés, alemán, francés, americano... que flaco favor hacen al castellano. Y exija de paso al Gobierno francés, que la población residente al otro lado del Bidasoa desconoce nuestra lengua propia, siendo también vascos. Y para terminar, le aconsejo que no utilice sesgadamente los números en beneficio propio. Si el uso del euskera en la población vasca (10%) le parece “despreciable o insignificante”, le recuerdo que el número de votantes del PP+Vox no llegó a ese porcentaje en las elecciones autonómicas de 2020. Dígame si debo leer lo que usted escribe con igual respeto. No está bien deshonrar a las minorías. Piénselo.
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