Un día más, un nuevo amanecer, parece rutinario pero cuando los años van pasando y pesando le damos la importancia que tienen tanto por lo vivido como por lo que quede por vivir o al menos debemos intentar dársela, máxime cuando echando la vista atrás recordamos y vemos en nuestra memoria a los seres que hemos querido y nos han amado, con los que hemos compartido y han dejado de ver nuevos amaneceres. Amaneceres que un día dejaremos de ver y espero que quienes nos siguen hagan estas mismas reflexiones y nos dirijan iguales miradas y recuerdos. ¿Rutinario? Es posible, todo se repite, todo llega y todo pasa. Amaneceres que un día sin saberlo se convertirán en anocheceres.