Yo también deploro los homenajes a las víctimas de ETA y sigo deplorando todos los asesinatos de organización militar. Pero también deploro a los GAL y -¡cómo no!- sigo deplorando al franquismo que causó infinidad de víctimas. Mientras algunos asisten a las misas del dictador para honrar su figura, otros deploramos cualquier atisbo de dictadura o acercamiento a los herederos del franquismo. Resulta deplorable que el PP se ensañe contra todo aquello que viene de los partidos de la izquierda abertzale, mientras ellos contribuyeron como partido a la corrupción económica más sonada en España. Y seguiremos deplorando los acercamientos que el PP tiene, día sí y día también, al partido de la extrema derecha, Vox. Pero lo que más ensucia la democracia es que dos partidos políticos como PP y PSOE estén constantemente insultándose y zarceándose única y exclusivamente para alcanzar el poder o para seguir manteniéndolo; mientras el pueblo observa estupefacto que no está el horno (pandemia, economía...) para bollos.