El pobre Gobierno, de vacaciones, no se ha enterado que su plan estrella -o estrellita, porque era miseria para aliviar la actual miseria-, después de casi tres meses, ha fracasado rotundamente. Sí, aunque el hambre no espera, todavía no se ha distribuido el 99%, es decir, prácticamente nada, de la ayuda de un mínimo vital prometida solo a la cuarta parte de los reconocidos como más pobres. “No ha cobrado nadie”, dice UGT. “Es un desastre” claman los directores de servicios sociales. Y conste que el escudarse, como a veces se hace descaradamente. en que otro Gobierno habría hecho aún menos, aunque fuera verdad, y más si cabe en ese caso, en que ni siquiera como ha protestado desde la oposición- constituye un intolerable chantaje a toda la ciudadanía.