Nuestra madre falleció hace un año. Cobraba su pensión de viudedad por Kutxabank. Después de arreglar los trámites de la herencia e ir al banco para anular la cuenta de nuestra madre, nos dice Kutxabank que desde el momento en que murió la titular, le han estado cobrando una comisión de 5 euros al mes por gastos de mantenimiento de cuenta, al no ingresarse ya en la misma la nómina o pensión. Argumentamos que a los difuntos dejan de ingresarles la pensión, que la cuenta fue bloqueada por el banco tras al fallecimiento y que, en consecuencia, en ningún momento hemos podido acceder a la misma, para cambiar las domiciliaciones y proceder a su cancelación. Kutxabank no atiende a razones: nos dice que están avalados por la normativa del Banco de España y que cuentan con todos los requisitos legales para cobrar comisiones en las cuentas de los clientes, desde el momento en que dejan de ingresarles la nómina o pensión, ya sea de forma voluntaria -por cobrarla en otro banco- o por fallecimiento. Nos parece un grave falta de ética, aplicar la misma normativa a un cliente que no desea ingresar su nómina de forma voluntaria, que a uno ya fallecido, al cual se la han dejado de ingresar desde la Seguridad Social . En el año 2020, la banca vasca hace negocio con nuestros difuntos, eso sí, avalada y protegida por la normativa del Banco de España.