En Madrid, una niña viajera engatusa a políticos y medios, pero una cosa es que los encandile y se hagan la foto y otra es olvidar la puerta giratoria que hace que España no avance y tenga la energía renovable que debería; y es que no confundamos la pose con el alpiste. El camarada Pablo Iglesias y señora en los momentos en que no ordenar traer buñuelos a la escolta, siguen repartiendo cromos y creando Ministerios del Aire con Pedro Sánchez, sin olvidar el pizzo mafioso que ha pedido el PNV y el estado pluscuamperfecto de naciones transversales que exige ERC. Por último, el movimiento feminista ha creado un baile que ciertamente pese a que quede mal, una cosa es defender la igualdad y el feminismo y otra no poder decir que es un tanto ridículo, también podríamos defender los Derechos Humanos haciendo el baile de Gallina Caponata pero no ha lugar, seamos serios y no caigamos en lo histriónico.