A la vista está que lo español se tiene que imponer forzosamente a los anhelos de las nacionalidades del Estado. El estado de las autonomías no es otra cosa que la tapadera que mantiene la olla bien presurizada. Cuando alguien demanda algo se abre la tapa y todo revienta con el riesgo de volver 60 años atrás. Es que aquí no hay nada que se pueda hacer sin la aprobación de quienes imponen su ley. Y la única respuesta posible ante ello: callar y acatar. Valiente democracia esta, legado del dictador para satisfacción y provecho de sus correligionarios y demás aspirantes a dictador. Desde La Pulquería Familiar La Hermosa Hortensia, Plaza Garibaldi, Ciudad de México, México, país que tras mucho sufrimiento logró finalmente su libertad y hoy es un ejemplo en el mundo de respeto a sus ciudadanos incluido lo que queda de sus pueblos originarios.