Hoy celebramos el II capítulo de la Cofradía de la Putxera-Olla ferroviaria de Balmaseda. Hablar de la cofradía es hablar del ferrocarril de La Robla que, por cierto, este año cumple el 125 aniversario de la apertura del tramo de Balmaseda-La Robla (11-VIII-1884), pero también es necesario hablar de personas que desde su posición se implicaron en la creación, funcionamiento y mantenimiento de la actividad del ferrocarril. Quiero mencionar a uno en concreto, Venancio Echevarría, balmasedano totalmente desconocido en el pueblo. Venancio Echevarría Cariaga, nació en Balmaseda (20-IV-1875); su padre Pedro Echevarría Goiri, de Orduña, era un afamado bogado, y su madre Isidra Cariaga Quintana, hija de una familia arraigada en Balmaseda, seguramente estudió en el Colegio Convento de los PP Claretianos de Balmaseda y en las escuelas de San Juan. Fue consejero de las principales empresas vascas del momento, por supuesto del Ferrocarril de La Robla y en 1923 resultó elegido consejero y director general del Banco de Vizcaya. Entre 1904-06 una emisión de obligaciones salvó la situación de la empresa con la ayuda que Venancio pudo darles desde su posición. Posteriormente, decidió la compra de Muelleras del Sabero S.A., para mantener los negocios en Bilbao y su zona. En el año 1929 la empresa alemana Hanomag fabrica la locomotora a vapor nº 81, con el nombre de Venancio Echevarría. Fue concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Getxo, donde tienen una calle a su nombre. En Balmaseda un desconocido. Para terminar, agradecer a mi excompañero de trabajo y conocedor de Balmaseda, pues estudió en los frailes, por aportar los datos. Eskerrik asko, Javier.