Seguro que hubo un flirteo que resultó, a la postre, incómodo para una parte; ¿pero a quién no nos han incomodado alguna vez? A mí también me acosó una cincuentona cuando yo era un yogurín y ahora, cincuentón ya, no voy a ir a denunciarla... Es más, como la ancianita del chiste, me gusta recordarlo de vez en cuando...