La decisión de Metro Bilbao de suprimir progresivamente los asientos abatibles de todas las unidades de cuatro vagones va a perjudicar a una parte de los usuarios que, precisamente por su problemática de movilidad, ya sufren numerosas dificultades en su vida diaria. Dichos asientos abatibles facilitan a muchos viajeros con discapacidades físicas y graves problemas de desplazamiento un ágil acceso y salida al tren por su proximidad a las puertas. Al contrario, las localidades fijas interiores, e incluso las tapizadas en gris (reservadas para estos colectivos), se sitúan mucho más alejadas de los accesos al vagón, no dando tiempo para salir a la persona con discapacidad o al anciano. Ante esta situación discriminatoria e injusta adoptada por esta compañía pública de transportes, que debe facilitar y garantizar los derechos de todos los colectivos sociales, sin perjuicio de ninguno, Metro Bilbao debería replantearse la medida y, al menos, conservar los asientos abatibles de los vagones extremos por el bien de todos los viajeros.