La evolución del idioma hace que algunas palabras vayan dejando de usarse hasta parecer que han desaparecido del diccionario. Concretamente a Simplicius siempre le han gustado tres de ellas, que hoy prácticamente no se escuchan y sería una pena que se perdieran. Estas palabras son las tres siguientes: Mamarracho, mequetrefe y chiquilicuatre. En los momentos actuales, a Simplicius le parece que en algunos foros políticos se han dado cuenta del peligro de desaparición que están corriendo dichas palabras y están haciendo verdaderos esfuerzos para recuperarlas. Este intento es la única explicación que encuentra Simplicius para comprender la actividad política de los dirigentes de los más importantes partidos políticos estatales.