La comisión de género de la escuela pública Tàber de Barcelona y miembros de la asociación Espacio y Ocio han retirado el 30% de los libros de la biblioteca infantil porque fomentan valores sexistas. Son 200 títulos: Caperucita roja, La bella durmiente, Leyendas de Sant Jordi... Hay varias escuelas interesadas en hacer lo mismo. Este devenir es imparable. Tras Primaria, se revisarán los libros de Secundaria y todas las escuelas de Barcelona, Catalunya y España instaurarán este modelo porque ninguna querrá ser tachada de machista. Después revisarán los libros ya existentes, eliminando Mujercitas, Guerra y Paz y La casa de Bernarda Alba. Y crearán el Ministerio de Revisión Cultural por la Igualdad de Género, que autorizará la publicación de nuevos libros. Prohibir páginas pornográficas será lo siguiente. Los ordenadores no podrán acceder a estas webs internacionales por ley. Y cuando dentro de quince años continúen siendo asesinadas las mismas mujeres que ahora y todo esto no sirva para nada, la censura montada será imposible de desmontar. ¿En base a qué estudio se piensa que la prohibición de libros va a disminuir la violencia de género? ¿Puede que vayamos a eliminar nuestra cultura por una intuición sin contrastar?