El capitalismo y el patriarcado basan su poder en la esclavitud de las personas, castigando con mayor violencia a las mujeres. El yunque de la esclavitud femenina se basa en parir, limpiar, cuidar y consumir. Las mujeres tienen que seguir pariendo para dotar y mantener mano de obra que sostenga los pilares del capitalismo, y los hombres, testigos acomodados, no son más que rehenes del sistema, capos que creen tener privilegios en un sistema perverso. Las mujeres, que saben de resistencias y de luchas, quebrarán esos pilares, y lo harán solas si los hombres no acompañan, porque si las mujeres paran, no hay futuro y aunque solo sea por un día, van a dejar de barrer los caminos para empezar a andar por ellos, van a dejar de limpiar los espejos para verse reflejadas en todas las miradas , van a dejar de golpearse el pecho por el dolor de las hermanas asesinadas y violadas, van a juntar las sabidurías ancestrales con las experiencias actuales y van a acabar con las reglas religiosas de sus credos. Dejar de trabajar, para reivindicar; dejar de cuidar, para vivir; dejar de consumir para reflexionar, dejar de hacer para ser. El 8-M es un día de r-evolución colectiva de mujeres, en busca sociedades humanamente equitativas.