Aquí ya estamos curados de todo espanto. ¿Que el emérito está pringado? A nadie le va a sorprender. ¿Que el molt honorable también está de lo mismo hasta las orejas? Eso lo sabe toda España (y parte del extranjero. Por Andorra y Suiza, sobre todo). ¿Que cierto expresidente cobró sobresueldos? Eso ya no es noticia. La única recomendación es que la amiga especial debería ir al cardiólogo, por si acaso. Tampoco estaría de más que llevase el coche al taller a revisar los frenos. Lo malo de todo esto será el gran gasto de tiempo recursos y dinero para nada.