Las manifestaciones de los pensionistas han sido todo un éxito, sobre todo, en Bilbao donde la organización ha impedido la patrimonialización de las mismas, no dejando sacar pancartas o siglas partidistas al margen de las oficiales. Algunos sindicatos viendo los resultados de esas marchas intentan sacar rédito de ello y en vez de sumarse discretamente, apoyándolas, montan otras en paralelo llenando las calles con banderas y pancartas con sus siglas. A esto yo lo llamo carroñerismo. ¿Dónde han estado esos sindicatos en estos años de crisis? ¿Por qué no recuerdan su participación en algunas causas en las que han contribuido a una desigualdad en la jubilación de muchos colectivos? Se los voy a recordar inmediatamente.
Margen izquierda con AHV, La Naval y Babcock. Los sindicatos colaboraron en la nacionalización de estas empresas y luego en el desmantelamiento de las mismas. En contrapartida, empresas con miles de millones de deuda prejubilan y luego jubilan a los trabajadores con pensiones de primera. Todo ello como pago del Estado a los sindicatos por colaborar en el desmantelamiento y lavarles la cara.
Cerca de ellas se encuentra ABB (antigua GEE) y allí firman un plan para echar a la calle a 1.500 trabajadores en las siguientes condiciones: de los 51 o 52 años, prejubilados hasta los 60 años con el 70% del sueldo y cotizar además el IRPF. Congelados esos años ese sueldo y las cotizaciones. A los 60 años jubilación con el 60% de su cotización, aunque muchos habían cotizado más de 40 años. A estos trabajadores los sindicatos los convirtieron en pensionistas de segunda.
Y, finalmente, lo que hicieron esos mismos sindicatos en pequeñas y medianas empresas con miles de trabajadores, apoyando a muchos empresarios a hacer limpieza en condiciones iguales y peores a las del apartado anterior. Todos ellos convertidos en pensionistas de tercera. Lo que aquí describo puede comprobarse fácilmente. Por ello es escandaloso que en el momento actual aún quieran salir en la foto. Yo, desde luego, no me voy a callar.