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Que no le digan a un navarro

Que no le digan a un navarro -aunque sea abertzale- que antes es vasco que navarro. Primero, y ante todo, es navarro y luego todo lo vasco que ustedes quieran. Si me ponen en la disyuntiva de tener que elegir, antes soy bizkaino que vasco. No debiera de existir tal disyuntiva, puesto que los bizkainos somos vascos. Son los promotores del batua los que introducen la espada de la disyuntiva en el bizkaino euskaldun. En Nabarra -y no Nafarroa, escribo Nabarra con be, como escribió siempre Arturo Campión, el hombre que quizá más ha sabido sobre Nabarra, y como se escribió en euskera hasta fines de los 60. El euskera es muy alérgico al sonido F, como decía el gran Azkue, en las escasas palabras que existe se sustituye a veces por B o por P, verbi gratia: farre egin-barre egin (reírse), alfer-alper (vago)- lingüísticamente existe menos la disyuntiva, o no existe, puesto que el batua esta tomado principalmente de los dialectos guipuzcoano y alto navarro, el más perjudicado por el batua de los dialectos peninsulares es el bizkaino, pero aunque lingüísticamente la disyuntiva no existe o es menor, entre los euskaldunes de Nabarra, que no le digan a un navarro, aunque sea abertzale y euskaldun, que es vasco antes que navarro.