Un hombre fue corneado a muerte durante la fiesta del Toro Revolao en Valfermoso de Tajuña, y aunque no fue reportado, el toro también sufrió y murió, como es el caso en todas las corridas de toros y festivales semejantes.

¿Qué es lo que se supone que debe hacer un toro en tales circunstancias si no es defenderse de sus torturadores humanos? En festivales como este, los toros son forzados a correr entre las calles, rodeados de humanos alborotados, lo cual los confunde y estresa. Terminan la carrera en la plaza de toros de pueblo, en donde son atormentados y apuñalados una y otra vez hasta que se desangran, su columna vertebral es cercenada con una daga o se ahogan en su propia sangre.

En tanto estos crueles espectáculos continúen sucediendo, podremos seguir esperando más espantosas muertes humanas y animales heridos y asesinados. La cuestión es: ¿Cuántas muertes más serán necesarias para que esta cruel práctica sea por fin sea relegada a los libros de historia?