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Raíces

Es famosa la frase de Jesús “Yo soy la vid (sinónimo de conciencia) y vosotros los sarmientos (sinónimo de elementos de la vid a través de los cuales fluye esa conciencia)”. Conciencia de la que Cristo y otros grandes maestros fueron expresión depurada, aunque no como propietarios, como nos venden mayoritariamente.

Despertar a esa Conciencia nos previene de la manipulación al uso, y es, entiendo, la “piedra angular” que nos ha de salvar del desmoronamiento progresivo. Es por ello fundamental reconocer el “desde dónde” hacemos las cosas. Y no confundir nuestras raíces con falsas raíces, similares a las de plástico, elaboradas para confundirnos y desviarnos de lo que genuinamente somos por quienes pretenden suplantar nuestro libre albedrío, nuestra “capacidad de decisión”.

Esas raíces no hay que buscarlas, por tanto, en aspectos como raza, religión o nacionalidad, exclusivamente accidentales -utilizadadas por algunos para nuestro más fácil control-, sino en nuestro auténtico y genuino Ser.