La cara
Una ciudad, incluso un parlamento, se compone de animales políticos de variada ideología. A la diversidad y pluralidad respetable y respetada se lo denomina democracia. La unidad de las ideologías supondría la formación de un partido de homogenea opinión, que no se prestaría a críticas ni a oposición, lo que equivaldría al totalitarismo que ya se ha conocido durante 39 años. Por eso ni siquiera son buenas las mayorias absolutas en periodos democráticos, pues unos mandan y otros acatan, sin consenso plural de por medio Por eso, a muchos se nos queda la misma cara que puso el rey al oir que Obama nos desea a todos una, grande y libre. Claro, que como sigamos sin ayudar a los exiliados en sus lugares de origen, de todo puede ocurrir. Cerrar fronteras aquí y allá, sin acuerdos ni consenso, es síntoma de desorden europeo y si la cosa deriva en un cierre de fronteras generalizado, a lo mejor Obama termina viendo no una España libre, sino una Europa grande y presa de sí misma.