Amarrada en Elantxobe, a la espera de que el martes o miércoles por la tarde se desate una temible galerna... Los expertos del pueblo, arrantzales, capitanes retirados de la mar, sin apartar la vista de ella vaticinan: “Geur ez jun iparraize dekozu ta bijar ta etzi beroagaz.... hemen ondo dekozu guruzunerarte”. Solo se habla de la galerna de 1912, se quejan, pero aquí en Elantxobe la importante fue la de 1878, que dejó en el pueblo 47 viudas y madres desconsoladas y en la más absoluta miseria, y nadie habla de ellas... Salieron de la penuria y criaron a los marinos más apreciados en los siete mares. Hoy, con el puerto pesquero reconvirtiéndose en recreativo, en proceso de mejorar sus servicios para recibir como se merece a los barcos que nos sentimos atraídos a este puerto ancestral por una fuerza telúrica incontrolable... Yo no echo de menos a Txato, porque aunque ya no le paguen, sigue preocupándose de que las embarcaciones que arribamos a Elantxobe estén amarradas como es debido, ¿Tan caro nos sale medio sueldo?
