Euskal Herria euskaraz
Delirio lingüístico parecen las declaraciones de algunos representantes del PP respecto a la política de implantación del euskara. Eusko Jaurlaritza ha hecho todo lo posible para que el euskara deje de ser una lengua minoritaria en Euskadi, aunque todavía se necesitan más esfuerzos. Durante cuarenta años el euskara no fue solo olvidado, sino reprimido con diferente intensidad, incluso prohibido, y por tanto es natural que los euskaldunzaharrak y euskaldunberriak lo apoyen con especial interés, independientemente de su opción política. No obstante, los que siempre se han alineado con el restar, aprovechando que todo lo que suene demasiado euskaldun es sinónimo de proetarra, se despachan con conclusiones que confirman su desarraigo con todo aquello que no sea vasco sometido a la Constitución. El euskara debió de protegerse ya en la posguerra, pero quienes en tantos años, incluso en democracia, no sintieron ninguna afinidad, aceptándolo como mal menor, se sienten molestos porque en zonas que consideran menos euskaldunes el euskera progresa gracias al empeño de quienes sienten el idioma como propio. En esa diarrea mental vuelven a mezclar lengua, política, trabajo y odio contenido, intentando generar confusión en todos aquellos que tímidamente se van incorporando a la lengua de Euskal Herria. En el fondo es terror a que Euskal Herria Euskaraz mueva los cimientos del Reino y aprovechan su delirio para faltar al respeto a todos con quienes no se sienten identificados y de paso intentar rascar el voto de algún nostálgico despistado.