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Sobre el aborto

Los hijos nacen del saludable deseo que no deseados en la mayoría de los casos. Nacen de la irresistible llamada no protegida del cuerpo de sangre caliente que en la juventud es vehemente como el golpeo del martineete en la ferrería. Pocos hijos son deseados, nunca viene bien tenerlos. Conociendo el largometraje de terror que se avecina, el oscuro túnel de salida incierta y el pago que dan, ni jarto. En Euskadi tenemos uno de los índices de natalidad más bajos del mundo porque después de los dulce viene lo amargo. Fui un hijo no deseado y una pesada carga. De no haber nacido nada me habría perdido pues de nada era consciente en aquella especie de limbo. Como Nasciturus nada tendría que reclamar. Pero aparece la logia/conferencia, los obispos que no procrean, que aprenden en abstracto y no paran de hacer el mal a través del creyente gallandón antes con Wert, aún que si llegara el caso se comportarían como en el filme El crimen del padre Amaro. Gallardón "no mees a nuestra espalda para decirnos que llueve", no críspes, no crees problemas donde no los había. Ninguna mujer debe traer al mundo a un hijo contra su voluntad. Debe prevalecer el consentimiento de la mujer. El defensor del pueblo vasco se posiciona en este sentido. La física y la química al servicio del ser humano en el tema del aborto. Si el embarazo se alarga esta la ley de plazos, aunque abortar a los siete meses me parece muy fuerte en un nasciturus sano.