López y el Athletic
De sus declaraciones radiofónicas y la posterior carta enviada al presidente del Athletic en la que le traslada la conveniencia de que el club incremente su aportación al nuevo campo (la entidad ha ingresado 40 millones de euros por la marcha de Javi Martínez), para a su vez, disminuir en la proporción correspondiente la de las administraciones públicas, lo más relevante y sorprendente, a mi juicio, quizás sea que adolecen de un defecto muy serio (por otra parte, bastante extendido en la sociedad) y es que lo que recomienda a los demás (Athletic) no lo aplica él mismo en su ámbito competencial.
Esta actitud y, sin ánimo de ofender, me parece un tanto hipócrita. Pongo dos ejemplos, uno de cuantía relativa, pero de interés: frente a los 4 euros que la mayoría de familias pagan por el comedor escolar de sus hijos, los 3.400 trabajadores del hospital de Basurto disponemos de un servicio de comedor al precio de 1,17 euros. Reducir esta subvención y aliviar la aportación pública está en sus manos señor lehendakari. El segundo ejemplo abarca a Osakidetza (26.000 trabajadores) y hace referencia a que llevamos años con una entidad de Previsión Social Voluntaria (EPSV) que en Osakidetza adopta el nombre de Itzarri. En realidad, se trata de un plan de pensiones privado financiado con recursos públicos y, además, obligatorio. Desde su inicio, hasta 2011, había ya un acumulado de 470 millones de euros (aquí entra también la enseñanza pública y otros colectivos de trabajadores públicos). Mientras el 80% de los trabajadores no tienen una EPSV de empresa, la Administración pública usa los recursos de toda la ciudadanía vasca para privilegiarnos a los empleados públicos de una forma escandalosa.
Está claro que vivimos tiempos de impostura y falsedad en los que muchos dicen una cosa y hacen otra y, ante la encrucijada en que nos encontramos, hemos de mostrar coraje ético y valentía política para mirarnos al espejo y ver qué estamos dispuestos a hacer como sociedad y como personas, sin olvidar que nos necesitamos todos.
Señor lehendakari, mírese al espejo y reflexione. Confío en que tome las decisiones correctas en las cuestiones apuntadas. En cualquier caso, sería conveniente que las explicara a la ciudadanía vasca, que es, como bien sabe, la que suministra los recursos a las administraciones.