Tendría que haber un régimen especial de empleadas de hogar para que se dieran de alta como autónomas, y no convertir en empresarios a todos los que por necesidad tienen que emplear a alguien en su casa. Que no se trata de ricachones y señoritingos, se trata de parejas separadas y matrimonios que trabajan de sol a sol ambos cónyuges y necesitan que alguien cuide de sus hijos hasta que lleguen a casa a las tantas, de personas mayores que viven solas y no pueden pagarse una residencia de 3.000 euros al mes, etcétera.