¿La ley del silencio?
Estimado señor director: No puedo ocultar mi perplejidad personal y profesional al leer el artículo firmado por César Ortúzar y publicado el 21 de setiembre en la página 41 de su diario bajo el título de La ley del silencio.
Creo que no es necesario explicarle que en una organización de más de doscientas personas cuya actividad está permanentemente en los medios de comunicación es estrictamente necesario establecer una metodología de funcionamiento que permita gestionar correctamente, y en base a unos criterios propios, tanto las intervenciones en medios como las Relaciones Externas e Institucionales.
La circular a la que se refiere en el artículo no es sino una herramienta de trabajo que forma parte de la estructura interna de funcionamiento del Club y cuya finalidad es buscar la máxima eficacia en la relación de los empleados con los medios de comunicación.
Esta circular, que para el autor del artículo parece novedosa y a la que atribuye el calificativo de "mordaza", que persigue "implantar el silencio en el organigrama del fútbol base", ya se remitió a todos los empleados del Club (no sólo a los de Lezama) en abril de 2008. Creo innecesario explicarle los cientos de entrevistas que los empleados del Athletic han concedido a los medios de comunicación, de una forma ordenada y coordinada por el Gabinete de Prensa, Relaciones Externas e Institucionales, a lo largo de este tiempo. Y se ha vuelto a enviar hace aproximadamente un mes como recordatorio a los empleados que ya la recibieron y como normas de funcionamiento para los nuevos.
El autor del artículo atribuye, además, la autoría de la circular a la Junta Directiva y al propio presidente en un intento de que "su imagen no se deteriore y para ello ha ordenado silencio a su alrededor". Pues bien, le aseguro que ni la Junta Directiva ni el propio presidente conocían los términos del comunicado a los empleados. La circular está escrita por mí y firmada por mí, en el ámbito de las responsabilidades que como director de Comunicación del Club me corresponden, y con conocimiento expreso de la Dirección General que es a quien compete la organización interna. Entre mis obligaciones está la de coordinar y gestionar correctamente los flujos de información que salen del Athletic Club, como sucede en todos los clubes de fútbol, y no la de prohibir hablar a nadie.
Lamento, desde un punto de vista personal, que se traslade una falsa imagen de las personas que no han intervenido en ningún momento en la redacción y difusión de la citada circular y, desde un punto de vista profesional le pediría que informen a sus lectores con un poco más de rigor, por el bien de nuestra entidad, de sus lectores y de su propio medio de comunicación.
Por último, quiero manifestarle la plena disposición de este Gabinete de Prensa a contrastar cuantas informaciones necesiten, antes de su publicación.