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Tropezar en las piedras más viejas

Las estadísticas ofrecidas con motivo del 25N, y las que ofrece la ONU en vísperas del día mundial contra el sida, reiteran nuestro gusto por tropezar siempre igual

Tropezar en las piedras más viejasAlejandro Martínez Vélez

Seguramente, nadie habrá podido escapar ayer de los cruces de ocurrencias con motivo del anuncio de quién será la próxima fiscal general. No se dejen engañar por la paz espiritual de que los ataques y cuestionamiento profesional al que sometieron ayer a Teresa Peramato no se debió a su condición de mujer. Habría sido lacerante elegir un 25-N para hacerla de menos por esa cuestión. Les ha bastado a PP y Vox tumbar su cualificación por el hecho de ser elegida por Sánchez. 

Llevamos un par de legislaturas tropezando en esa piedra y haciendo girar la opinión ciudadana a favor y en contra del presidente español, como si no hubiera bastante de lo que discutir al margen de su persona. Ayer, las estadísticas de crímenes machistas volvieron a primera línea y volvimos a lamentarnos por su persistencia y crueldad. Mañana quizá no estemos en esas, pero en la de pro o contra Sánchez, seguro que sí.

No aprendemos. Hemos entrado en bucle, que es lo contrario a evolucionar. Cuarenta años después de la identificación del VIH, las batallas siguen perdiéndose por la prevención. La ONU alertaba ayer sobre ello y sobre cómo estamos regando la discriminación de colectivos de riesgo. El sida vuelve a cebarse entre hombres homosexuales y mujeres trans. Qué fácil se les pone a los apóstoles de la segregación ‘moral’.

Hay quien encuentra cómodo repetir su rol. No mola nada que un gigante de la comunicación con beneficios crecientes despida a miles de empleados. Que los envíe a que se sostengan de las prestaciones que aportamos todos. Pero tampoco se gana nada con posar junto a las Furias para vengar el crimen, como hace Yolanda Díaz con Telefónica. Un ministro debería ser un gestor de las situaciones, no el que porta el altavoz de la marea hooligan. Si la medida de la compañía es legal, es estéril que la tache de “indecente”. En todo caso, lo sería la norma, e intervenir sobre ella requiere dialogar y corregir. No predicar el apocalipsis. 

La gota que colma

Casarse ya no es cosa de Heteros

Caen otro 10% los matrimonios. Pongámonos ñoños; o solo criticones. Parece ser que los matrimonios entre parejas de diferente sexo van a la baja. Otro 10% en la CAPV según el Eustat, pero no es una tendencia solo de los vascos de estos tres herrialdes. Las nuevas parejas no firman papeles y no necesariamente por el auge del poliamor que tanto preocupa al Vaticano. A cambio, aunque sean menos, allí donde se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, este va creciendo una media del 50% de año en año. Se podrá medir en términos de comodidad, de compromiso o de celo por la individualidad.