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A unos se les ve venir; a otros ni en pintura

La ruptura de Junts con el Gobierno Sánchez se veía venir después de los muchos cabreos previos; En cambio, a Mazón muchos valencianos no le quieren ni ver

A unos se les ve venir; a otros ni en pinturaEP

Sorpresa, poca en la decisión de Junts de darse por liberado de los compromisos con el Gobierno Sánchez. Los soberanistas catalanes ya no sabían cómo decirle al presidente que su disgusto era creciente por el bloqueo de los compromisos del pacto de investura con ellos. En realidad, tampoco hay grandes cambios: Junts se ha desmarcado hasta la fecha sin contención cuando lo ha considerado. Sánchez está atrapado entre jueces recalcitrantes y autonomías que prefieren no saber de financiaciones singulares para ellas, no digamos para las demás. Mejor al montón pilón y pagar a escote las deudas propias.

Si a Junts se le veía venir, a Mazón no le quieren ver ni en pintura. Un año después de la tragedia de la dana en Valencia, la única posibilidad de un relato veraz está en manos de los tribunales. El presidente valenciano sigue atornillado al cargo sin explicaciones ni responsabilidades. Y tiene carrete, pero sólo porque su partido le ha amortiguado todos sus patinazos, y los ha protagonizado gordos amparado por el silencio cómplice de Núñez-Feijóo.

La gota que colma

MIlei vence y todos se extrañan

La motosierra, sin freno. Lo logró Javier Milei: refuerza su respaldo parlamentario tras las últimas elecciones argentinas. Los miles de millones de dólares inyectados por Trump han dado la impresión de que el país va por el buen camino justo cuando los recortes ya no reducen a ritmo la inflación y las finanzas rozan el colapso. Argentina tendrá que acabar devolviendo los 20.000 millones recibidos. Pan para hoy.... Pero los argentinos ya sentían que iban mal también antes de Milei y, por lo menos, el de la motosierra tiene socios que le financian el relato. Ya lo pagará la próxima generación.

También se ve venir un acuerdo de presupuestos en Navarra. Esta semana se cumple un plazo y nada hace temer por el desencuentro del Gobierno Chivite con EH Bildu. Otra excepcional ocasión para comparar lo aceptado por los de Otegi en la Comunidad Foral y lo pretendido en la Vasca. Y van...

Ayer también, el expresidente del PSE Jesús Eguiguren presentó libro. Él, que buscó sin éxito el final de ETA, percibe hoy que resultó demasiado dulce, que “murió en la cama”, como Franco, y quedan rescoldos de su filosofía de la violencia. Ha debido de notar que no era virtud acolcharle el lecho. Pero lo que le disgusta a Eguiguren es que cuesta ver una bandera española en Gipuzkoa y lo resume en antiespañolismo. No parece tan grave que medre el negacionismo de la existencia de un pueblo vasco con derechos. No está este PSE en las pancartas de autodeterminación, donde sí estuvo el de antaño.