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Sarrail begitik

Luis Javier Tellería

¿Por qué?

Estudiaba la carrera en Bilbo durante la conflictiva época del desmantelamiento de Euskalduna cuando un día mi buen amigo Jon volviendo a casa por el puente de Deusto se encontró en fuego cruzado de manifestantes y grises, terminando golpeado y detenido por tres días. Al salir, aparte de asustado, me mostró preocupación porque gente de grupos maoístas, trotskistas, abertzales radicales o socialistas históricos le presionaban para apuntarle a sus filas, y dedujo que esos grupos le querían utilizar en el conflicto del astillero para destacarse como heroicos luchadores contra el capitalismo mientras muchas empresas se cerraban sin más.

Ahora observo que, en relación al terrible genocidio que se está produciendo en Israel contra el pobre pueblo palestino, se suceden huelgas y manifestaciones sin solución de continuidad, lo que tiene lógica, pero sorprende que en lo que llevamos de siglo XXI se han venido produciendo genocidios de variado tipo por el mundo que para todos, pero especialmente para los convocantes de las protestas contra el de Israel, han pasado desapercibidos, lo que me produce confusión.

Se convocan huelgas generales contra lo que ocurre en Palestina, lo que está bien, pero nadie se movió, cuando llevaban año y medio de genocidio, hasta que llegó la Vuelta, para después ver, por televisión cómodamente desde el sofá, el mundial de ciclismo de Ruanda, cuando allí los Hutu, tras matar a 800.000 Tutsis en 100 días, continúan asediándolos, ni atendemos el naufragio del pueblo saharaui arrumbado en el desierto argelino, ni nadie mueve un dedo cuando 700.000 Rohingyas buscan un País que no los mate en masa.

Concluyo que muchos se dejan seducir con su mejor intención por gente que a veces sí y otras no, sin que les expliquen por qué. Jon lo sabía y les dijo que no.